Los inicios de Santo Domingo se remontan al año 1547 en que los títulos de propiedad de esta hacienda al sur del Río Maipo aparecen a nombre de la Orden
Los inicios de Santo Domingo se remontan al año 1547 en que los títulos de propiedad de esta hacienda al sur del Río Maipo aparecen a nombre de la Orden Domínica radicada en Chile. Después de numerosos dueños y por fraccionamiento llegó a doña Martina González viuda de Álvarez quien en 1907 testo en favor de doña Griselda Vera de Chacón. Entonces se le designaba como fundo La Boca aunque por tradición toda la región ha llevado el nombre de Santo Domingo.
Posteriormente la propietaria del Fundo la Boca daba en arrendamiento por nueve años a los señores Carlos Ruiz de Gamboa y Luis Torrealba.
En las cláusulas de arrendamiento se excluían 500 hectáreas que serían destinadas a la formación de un balneario residencial, las que posteriormente fueron adquiridas por los señores Carlos Cariola Ansaldo y Ernesto Boso Pezza constructor e ingeniero respectivamente en la cantidad de $ 114.000 pesos de la época. En el año 1933 se escrituró esta hijuela bajo el nombre de Rocas de Santo Domingo. Esta propiedad incluía dos quebradas con sus vertientes de agua potable a 5 kilómetros del deslinde sur y a 100 metros sobre el nivel del mar, con un rendimiento constante de 10 litros por segundo.
Dentro de las condiciones del contrato de venta el Ingeniero Boso se obligaba a construir el balneario y población, debiendo en el plazo de un año entregar los planos del futuro balneario y el reglamento para la venta de los sitios. Se obligaba también a ceder, gratuitamente, una extensión de 10.000 metros cuadrados para la construcción de una Iglesia y anexos además de servicios de correos y telégrafos, reten de Carabineros y edificios de necesidades colectivas para los futuros residentes.
Los compradores Ernesto Boso Pezza y Carlos Cariola Ansaldo, después de considerar los diferentes proyectos de reciente realización y alcances similares en Europa y América y por razones de topografía y clima se opto por estudiar la aplicación del balneario tipo californiano escogiendo como modelo al de Palos Verdes en el litoral de Los Ángeles, California, Estados Unidos de Norteamérica.
Se solicitó el concurso de arquitectos nacionales para elegir anteproyectos para una población inicial de 1.000 lotes de 1.000 metros cuadrados cada uno. Obtuvo el primer premio el proyecto de los arquitectos Smith Solar y Smith Miller quienes se encargaron del desarrollo arquitectónico y urbanístico del conjunto. Con fecha 17 de diciembre de 1941 se formo una sociedad anónima a base de 1.000 acciones para inscribir los 1.000 sitios que se ofrecían a la venta. Presidente de este primer directorio fue don Arturo Phillips Peñafiel.
Desde los principios de su funcionamiento fue preocupación constante de la sociedad luchar por la autonomía y la independencia del balneario, constantemente amenazado por el atractivo que ejercía sobre excursionistas y paseantes que lo invadían, sin respeto por el debido cuidado de sus jardines, playas y bosques de sacrificada mantención. Se tomaron algunas medidas de protección que se dieron a conocer a través de un memorándum emitido por la sociedad.
El acceso del balneario sólo se podrá hacer por la puerta de entrada que une la propiedad con el camino público a Rapel.
En esta entrada deberá haber permanentemente un funcionario de la sociedad encargado del control de acceso.
Solo podrán ingresar las personas y vehículos autorizados por la sociedad. Posteriormente, el año 1947 se determinó cobrar peaje por ingresar al balneario.
Para la designación de las calles se pidió al escritor español José Maria Souviron que nombrara las avenidas y plazas de Santo Domingo. Con esto se quiso evitar toda propensión a los nombres personales salvo el caso de Avda. Griselda en memoria de la Sra. Griselda Vera de Chacón. El escritor propuso varias ideas, prevaleciendo por último la de designar en forma genérica las calles de cada sector para lograr unidad. Así un sector tuvo nombre de flores, otro de dioses y otro de árboles. Las calles más cercanas a la iglesia fueron llamadas Catalina de Siena y Tomas de Aquino.
Se creó el Club de Jardines de Santo Domingo con un criadero de plantas propio y se suministró agua potable durante los 10 primeros años sin costo alguno para los propietarios.
Iniciada la Segunda Guerra Mundial y debido a las dificultades económicas por las que atravesaba la Sociedad Inmobiliaria Rocas de Santo Domingo se impusieron la necesidad de entregar la administración a una entidad municipal.
Así fue que un día 21 de Enero de 1946 se publicaba en el diario oficial la Ley N° 8409 que daba origen a la comuna de Santo Domingo, sesionando por primera vez el día 17 de febrero del mismo año. La creación ordenaba la formación de una Junta de Vecinos la que se hizo cargo en forma provisoria de la administración comunal y como primer Alcalde actuaba don Arturo Phillips Peñafiel. La Municipalidad recibía la población de Rocas de Santo Domingo completamente formada.
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